¿Puedo divorciarme si mi pareja no quiere?

Aunque parezca mentira, hoy en día hay mucha gente que sigue dudando sobre la respuesta a esta pregunta, ¿puedo divorciarme si mi pareja no quiere?. La respuesta es clara, sí. El único requisito que pide la Ley de Enjuiciamiento Civil para el divorcio es que lleves al menos tres meses casado.

«Así pues, basta con que uno de los esposos no desee la continuación del matrimonio para que pueda demandar el divorcio, sin que el demandado pueda oponerse a la petición por motivos materiales, y sin que el Juez pueda rechazar la petición, salvo por motivos personales. Para la interposición de la demanda, en este caso, sólo se requiere que hayan transcurrido tres meses desde la celebración del matrimonio, salvo que el interés de los hijos o del cónyuge demandante justifique la suspensión o disolución de la convivencia con antelación, y que en ella se haga solicitud y propuesta de las medidas que hayan de regular los efectos derivados de la separación.»

BOE-A-2005-11864 – Ley 15/2005, de 8 de julio, por la que se modifican el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio. 

Otra cuestión muy distinta es que no estéis de acuerdo en si os separáis o si os divorciáis; pero, si queréis iniciar un proceso de divorcio, aunque la otra parte no quiera, siempre se disolverá el matrimonio.

A partir de aquí, lo que habrá que ver es si el divorcio finalmente se realiza de mutuo acuerdo o acaba siendo un divorcio contencioso.

¿Puedo divorciarme si mi pareja no quiere?

Divorcio de mutuo acuerdo vs divorcio contencioso

El divorcio de mutuo acuerdo, como su nombre indica,  es  el que se plantea cuando ambos cónyuges están de acuerdo en las medidas que regirán tras su ruptura, esto incluye todo lo referente a los hijos en común, bienes, vivienda habitual, etc. En este caso la demanda de divorcio la pueden presentar uno o ambos cónyuges aportando el convenio regulador con los acuerdos establecidos. El Juez en cualquier caso puede aprobar o pedir a las partes que modifiquen dicho convenio si cree que puede ser perjudicial para los hijos.

El divorcio de mutuo acuerdo es siempre mucho más beneficioso para ambas partes, ya no solo por el coste económico del proceso ( ya que si así lo desean podrán compartir abogado en el trámite), si no que psicológicamente el desgaste suele ser mucho menor que en el contencioso. Esto es así, aunque a veces nos empeñamos en llegar a acuerdos sin entender que ambos tenemos que ceder en algo, y finalmente el desgaste es mayor que si de una vez exponemos la situación al Juez y este decide por nosotros.

En el divorcio contencioso, las partes nos se ponen de acuerdo por lo que cada uno deberá redactar con su abogado una demanda de divorcio con las alegaciones que estimen oportunas según sus peticiones, y será un Juez quien decidirá al respecto y dicte sentencia.

Este tipo de divorcios  suelen ser más largos que los consensuados (aunque ya hemos visto que pasa no pocas veces), y conllevan un desgaste emocional que perdura en el tiempo mucho más que el propio trámite. El desgaste viene dado, no solo por el enfrentamiento entre las partes, sino sobre todo por la exposición de los hijos al proceso, pudiendo ocurrir que tengan que ir al acto de vista, o acudir al equipo psicosocial, etc.

En M&S Abogados somos especialistas en Derecho de Familia y defendemos vuestros derechos e intereses por encima de todo.

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